jueves, 22 de marzo de 2012

Dolomitas. Grandeza Natural



Cuando un apasionado a la montaña como yo " aunque debo confesar que no practico mucho" se ve metido en medio de uno de esos míticos valles alpinos, el sentimiento que me recorre, es un sentimiento inexplicable. Que sensación! grandes paredes verticales, que se imponen a un sol ya primaveral, que en muchas ocasiones lo ocultan tras su aspecto de firmeza inamovible.


 La grandeza que representan sus escarpadas zonas altas, con un clima y vegetación acorde con su altura, las zona media con sus pinos, soportando los inviernos mas fríos y los veranos mas cálidos, cambiando su color acorde a la estación de el año que les toca vivir.
 Entre esto y la zona más baja, dominada siempre por un torrente de agua de mayor o menor envergadura, encontramos los prados kilómetros de césped, flores, arbustos y árboles varios que invitan a  agudizan todos los sentidos "aunque sin querer o más bien sin saber que lo hacen".  Pasear por los Dolomitas, olerlos, contemplarlos o simplemente retozar tumbados en ellos mirando fijamente a  una linea imaginaria o una linea marcada, por los que una vez tuvieron la necesidad de recorrerlos y por los que ahora lo hacemos por una afición que nos lleva desde la zona más baja llena de vida, hasta la zona más alta, donde vivir esta limitado a unos pocos privilegiados.



No tenemos que olvidar que aparte de todo este esplendor natural, también su maravilla arquitectónica, acorde con su entorno, adaptándose totalmente a las condiciones que en estas zonas de media y alta montaña son necesaria, respetando entre comillas, lo que este majestuoso lugar representa para  quien  allí vive. Para nosotros una forma de divertirnos para ellos su forma de vivir. Lo importante es que se encuentre un equilibro entre lo natural y lo no tanto. Por lo que he visto se puede llegar a conseguir.

Tanto al que ha hecho de la montaña su manera de vivir, como al los que vamos a disfrutarla de vez en cuando, al que va con la familia a comerse el bocadillo el domingo, esquiadores, ciclistas, escaladores........... entre todos tenemos la obligación de que esta belleza permanezca perpetua. Que dentro de 500 años alguien pueda sentir lo que yo siento y sentiré cada vez que vea esta maravilla natural.

domingo, 4 de marzo de 2012

ROMA

Cuando comienzas a caminar por las calles del "Trastevere", empedradas  sin aceras, con un aire entre lo antiguo de sus fachadas y lo moderno de sus vehículos, aparcados en cualquier sitio inimaginable, piensas que nada ha cambiando tanto, desde que los romanos fundaron su imperio. A base de conquistas, guerras y muchas más cosas, se ha  demostrado a lo largo del tiempo que es lo cualquier gran civilización ha ido haciendo para dominar el mundo en sus distintas formas conocidas.
Callejuela a la derecha, callejuela a la izquierda..... Por fin! salimos a uno de sus fantástico puentes, que cruza su río "Tiber" . Cruzar ese puente es como dar el pistoletazo de salida de nuevo a la imaginación del niño" y algunos  grandes" de ser un romano, bien ataviado con toga, con uniforme de legionario o simplemente ser un herrero, panadero....... Tantas cosas que se podía ser en esa época, tantas como casi hoy en día.

Cualquier pequeño rincón, es un gran pedazo de la historia, detrás de un edificio o formando parte de él, un teatro, unas columnas sueltas desafiando al tiempo y a si mismas.

Cuando uno ve el   foro por primera vez con sus dimensiones, sus puertas erguidas por sus  emperadores      "como todo buen dictador tiene que dejar su impronta y si no que se lo digan a Musolini con su avenida en medio del foro o su monumento al unificador de la patria Víctor Manuele"  sus columnas, restos de palacios, calles, primeras iglesias y todo esto dominado por su gran anfiteatro " Coliseo", donde matar era vivir y el no hacerlo una muerte segura, para el regocijo de los ciudadanos de roma. Era como el circo de los sueños, daba igual su posición social, casi todo el mundo podría disfrutar de las grandes conquistas con sus representaciones de grandes batallas bien en tierra bien en agua. Todo era posible excepto para el pobre esclavo que le tocaba combatir contra el animal de turno que se dirigía a una muerte segura. Esto es un firme recuerdo de lo que roma fue un día, la capital de mundo conocido en esa época.



Roma es un sin fin  de calles, plazas, fuentes "de Bernini "  de iglesias, con la principal, la Basílica de san Pedro, centro del mundo cristiano, donde se guardan todos los tesoros, ya sean materiales o escritos desde el principio de la iglesia. Quien no querría permanecer unos dias explorando esos millones de documentos a ver cuanto de verdad hay en ellos o cuanto de verdad nos han contado...
Me dejo mil cosas por contar, por mostrar en palabras, pero es más que recomendable el venir una vez en la vida, como ya dije de Verona, la diferencia que aquí con un día no basta.
Una pequeña reflexión; viendo esta grandeza, uno se da cuenta que el mundo, aparte de tecnológicamente, no a cambiado nada. Unos pocos dominan, otros pocos obedecen y el resto esperamos que la vida pase tranquila sin tener que besar nunca la arena, por que si lo hacemos seguro que nos come el animal de turno.