lunes, 27 de febrero de 2012

Verona. De los Romanos a Romeo y Julieta.


Cuando te acercas a Verona, ya desde lo lejos, empiezas a ver su muralla con esas puertas de impresión. Uno se da cuenta de que se aproxima a una ciudad que tuvo mucha importancia en muchas épocas distintas.


Así es! Cuando uno entra caminando por una de sus puertas, viendo a lo lejos la silueta entre los árboles de un pequeño parque que preside su plaza principal, vemos su fantástico anfiteatro romano (mediados del siglo I), muy bien conservado y visitable. También al otro lado del río que rodea Verona (Adige), cruzando uno de sus fantásticos puentes, encontramos otra magnífica construcción romana: su teatro ( época de Augusto) ahora restaurado en parte y utilizado hoy en día para alguna representación teatral. Muy cerca, otra muestra de la misma época el "Ponte di Pietra" todavía en uso.

Dentro de la ciudad, caminando por su calles, te das cuenta de la majestuosidad de sus edificios, de sus iglesias (que como pasa en muchas zonas de Italia, una patada a una piedra y sale una), de sus plazas. Para mi a descartar, su plaza del Erbe, antiguo foro romano, presidida por su columna de San Marcos, con el león alado en lo alto, símbolo de Venecia; la fuente de la Madonna Verona y una fantástica muestra de pinturas en sus edificios entre otras cosas.


Para contemplar realmente la grandeza de Verona, muy cerca de la plaza del Erbe, se encuentra la torre Lamberti. Se puede subir a su campanario y contemplar de una manera magnífica y espectacular Verona y sus alrededores ¡de verdad que impresiona y se disfruta!.


Algo muy visitado, casi más que su anfiteatro, es la casa de Julieta, donde Romeo y ella se encontraban a escondidas "dada la rivalidad que existía entre sus familias" y la que les llevo al suicidio, al no poder mantener su amor.





Verona huele a historia, una historia que te impregna simplemente viviéndola una vez en la vida.


2 comentarios:

  1. Recuerdo vívidamente cuando estuve en Verona, en la etapa de la beca en Italia. cada palabra tuya la he asociado a imágenes que pensaba había olvidado. Más allá del recuerdo de la caricia al pecho de Julieta, tengo grabado en la retina el paseo al atardecer por sus calles, en la puesta de sol, pensando que la vida era eso, viajar, conocer, un futuro por delante. Aún sigo pensándolo, como tú. Un abrazo

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  2. El pasado sábado estuve hablando de Verona con una oriunda de allí, casualidades de la vida. Entre riberas de Duero en Palencia recordaba, cómo les horrorizaba el hecho que lo más conocido de su ciudad fuera "la teta de Julieta" y tu descripción me ha hecho pensar en muchas más cosas, menos mal que no somos como muchos turistas, profundizamos un poco más en el patrimonio. Gracias por tus visitas guiadas interpretativas! Espero poder visitar Verona en breve y por supuesto que me hagas de guía.

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